La palabra "swinger" viene de "swing", que significa "balanceo" o "columpio". Su origen está relacionado con el intercambio de parejas, es decir, con la idea de oscilar entre distintas experiencias sexuales consensuadas con otras personas.
El movimiento swinger, también conocido como estilo de vida swinger o simplemente swinging, es una práctica en la cual parejas comprometidas deciden explorar su sexualidad de manera consensuada junto a otras parejas. Esto puede incluir intercambios sexuales, tríos, cuartetos o encuentros grupales, siempre con acuerdos claros y mucho diálogo previo.
Esta práctica se basa en la confianza, el consentimiento mutuo y la comunicación abierta. Quienes forman parte de esta comunidad suelen asistir a eventos o clubes pensados especialmente para parejas swingers, donde el ambiente está preparado para el respeto, la libertad y el disfrute.
¿Cómo plantearle a tu pareja el interés en este estilo de vida?
Sabemos que puede ser una conversación delicada. No es lo mismo tener una fantasía que dar el paso hacia una práctica real, y cada vínculo tiene su propia dinámica. Sin embargo, si sentís curiosidad o te interesa esta posibilidad, lo mejor es hablarlo con claridad, respeto y sin presiones.
Algunos puntos que pueden ayudarte a encarar esta charla:
Contá tus motivaciones sin vueltas:
Compartí por qué te interesa el tema, qué te genera curiosidad y qué esperás de una experiencia así. No se trata de reemplazar a nadie ni de llenar un vacío, sino de sumar posibilidades a la vida sexual de ambos.
Escuchá de verdad:
Tan importante como hablar es escuchar. Si tu pareja tiene dudas, miedos o directamente no le cierra la idea, es clave que haya espacio para expresarlo sin juicio.
Consentimiento ante todo:
Esto solo puede funcionar si hay deseo compartido y acuerdos mutuos. Si una de las partes no se siente cómoda, no hay espacio para forzar nada. Es mejor seguir explorando otros caminos juntos que avanzar con algo que puede dañar el vínculo.
Investigar juntos puede ser parte del juego:
Leer, mirar contenido, charlar sobre cómo lo viven otras personas. Todo eso puede ayudar a que ambos se sientan más seguros si deciden avanzar.
Obviamente, cada pareja es un mundo. Hay quienes llegan al swinging después de mucho diálogo y reflexión… y otras que lo descubren de manera más intuitiva, en medio de su proceso de exploración sexual y emocional. Lo importante es que haya honestidad, respeto y mucho cuidado con el deseo propio y el ajeno.
¿Dónde se puede conocer este ambiente?
Si querés empezar a explorar, podés acercarte a eventos o lugares donde se respete el consentimiento y nadie esté obligado a hacer nada que no desee. Muchos espacios están pensados justamente para dar ese primer paso sin presión.
En la Ciudad de Buenos Aires:
- Sweet Club Temptation Restó – Chacabuco 162, Montserrat
- Bash Secrets Bar – Av. Juan B. Justo 1634, Caballito
- Star New Club – Gral. José Gervasio Artigas 1372, Villa Gral. Mitre
En la Provincia de Buenos Aires:
- El Secreto Swinger – Av. Crovara 1705, Lomas del Mirador
- DaryYan – Mar del Plata (zona centro)
En el interior del país:
- Frizante, en Córdoba
- La Cueva del Gato, en Mendoza
- Fantasy Swinger Club, en Rosario (zona terminal de ómnibus)
Explorar el placer también es abrirnos a otras formas de disfrutar, siempre desde el respeto, el consentimiento y el deseo genuino. Si te pica la curiosidad, tal vez este mundo tenga algo nuevo para ofrecerte 😉