Squirting: mitos, verdades y cómo alcanzarlo
El mundo de la sexualidad es tan amplio y fascinante como diverso. Dentro de ese universo hay experiencias que despiertan muchísima curiosidad, debate y hasta cierto misterio. Una de ellas es el squirting, también conocido como eyaculación femenina.
¿Qué es? Es la expulsión de líquido a través de la uretra durante el orgasmo en algunas mujeres. Y sí, hay muchos mitos dando vueltas. Por eso, en este artículo vamos a separar verdades de fantasías y compartir algunos consejos útiles para quienes tengan ganas de explorarlo.
Mitos y verdades sobre el squirting
“El squirting es orina”
Mito.
Este es el mito más común. Aunque el líquido puede contener trazas de orina, no es lo mismo. Proviene de las glándulas de Skene, ubicadas cerca de la uretra, y su composición es más parecida a la eyaculación masculina que a la orina.
“Todas las mujeres pueden squirtear”
Verdad a medias.
Todas tienen glándulas de Skene, sí. Pero no todas van a experimentar squirting, y eso está perfecto. Hay factores como la anatomía, el tipo de estimulación, la relajación y la confianza que influyen. No squirtear no significa no disfrutar o no tener orgasmos increíbles.
“Si no hay squirting, no hubo orgasmo”
Mito.
El squirting no es sinónimo de orgasmo ni una meta obligatoria. Hay mujeres que tienen orgasmos potentes sin una gota de squirting, y otras que pueden expulsar líquido sin llegar al clímax. Cada cuerpo es un mundo, y lo importante es disfrutar, no cumplir con un “checklist” sexual.
Consejos para explorarlo
Estimulación del punto G
El punto G es una zona clave para muchas mujeres en esto del squirting. Probar con los dedos o juguetes curvos diseñados especialmente para estimular esa área puede ayudar. Lo esencial: comunicación, probar sin apuro y ajustar según lo que se sienta bien.
Crear un ambiente relajado
El estrés y el apuro no se llevan bien con el placer. Música suave, luz tenue, velas, confianza y tiempo... todo suma. Y si hay conexión emocional con quien estés, mejor todavía. La relajación abre la puerta a sensaciones más intensas.
Explorar sola también es válido
La masturbación puede ser una gran aliada para conocerse mejor. Saber qué te gusta, cómo te gusta y a qué ritmo es clave para después poder compartirlo (si querés) con otra persona. La exploración individual y la comunicación con la pareja enriquecen la experiencia.
El squirting no es un deber ni una obligación sexual. Es una posibilidad. Puede aparecer cuando hay conexión, relajación, confianza y ganas de explorar sin presiones. Si sucede, genial. Si no, también. Porque lo importante no es llegar a una meta, sino disfrutar del viaje.